El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha revelado sus planes de reabrir una instalación en la base naval de Guantánamo, Cuba, para albergar a hasta 30,000 migrantes mientras esperan su deportación. La medida anunciada durante la firma de la Ley Laken Riley en la Casa Blanca ha causado dudas de quiénes irán a esta cárcel de máxima seguridad.
“Estoy firmando una orden ejecutiva para instruir a los Departamentos de Defensa y Seguridad Nacional a preparar una instalación en Guantánamo con capacidad para 30,000 personas”, declaró Trump en una rueda de prensa.
“Tenemos 30,000 camas para detener a los peores criminales ilegales que amenazan al pueblo estadounidense. Algunos son tan peligrosos que ni siquiera confiamos en sus países de origen para retenerlos”.
Por esta razón algunos analistas consideran que los que pueden ser enviados allí serian miembros del Tren de Aragua, terroristas y miembros de carteles del narcotráfico ya que el presidente de Estados Unidos, la semana pasada, dio inicio al proceso para catalogar a los carteles mexicanos del narcotráfico como “organizaciones terroristas extranjeras” así como a los de Tren de Aragua.
En la decisión presidencial, publicada en la página web de la Casa Blanca, se argumenta que “las actividades de los carteles amenazan la seguridad del pueblo estadounidense, la seguridad de EE. UU. y la estabilidad del orden internacional en el hemisferio occidental”
Además, se menciona que, dado que los carteles representan una amenaza similar, se solicitará la misma clasificación para el Tren de Aragua, una banda criminal surgida en una prisión de Venezuela con presencia en varios países de América Latina, y para la Mara Salvatrucha (MS-13), pandilla originaria de Los Ángeles en la década de los 80 que se expandió tras la deportación de sus miembros a El Salvador.
Guantánamo Bay, una instalación de detención militar de EE. UU. en Cuba, ha sido utilizada para albergar a detenidos principalmente sospechosos de terrorismo o de estar involucrados con organizaciones terroristas.
La mayoría de los detenidos allí han sido acusados de tener vínculos con grupos como al-Qaeda o los talibanes, muchos de los cuales fueron capturados durante la invasión de Afganistán en los años 2000.
Además, algunos han sido detenidos por su posible participación en conflictos armados en Afganistán e Irak, siendo considerados combatientes enemigos alineados con fuerzas hostiles como los talibanes.
También han sido detenidas personas sospechosas de haber apoyado el terrorismo, ya sea proporcionando ayuda logística, fondos o apoyo material a organizaciones terroristas. A lo largo de los años, algunos detenidos han permanecido en Guantánamo sin cargos formales, debido a la falta de pruebas suficientes para acusarlos, pero siempre bajo la sospecha de su implicación en actividades terroristas.
Guantánamo ha sido un lugar donde se han detenido a individuos que el gobierno de EE. UU. considera una amenaza para la seguridad nacional debido a sus presuntos vínculos con el terrorismo o actividades relacionadas. Tal y como Trump designo, recientemente a los carteles mexicanos y al Tren de Aragua.
¿Por qué Guantánamo?
Trump justificó la decisión argumentando que es un lugar “difícil de escapar” y que duplicará la capacidad del gobierno para manejar lo que él describe como una “crisis migratoria”.
“Es un lugar duro, y eso es lo que necesitamos para proteger a nuestra nación”, agregó el expresidente, según Financial Times.
Algunos aliados políticos de Trump han respaldado la medida, argumentando que es necesaria para proteger la seguridad nacional. “No podemos permitir que criminales peligrosos sigan amenazando a nuestras comunidades”, dijo un congresista republicano en declaraciones a Financial Times.