Mientras la disputa entre el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente colombiano, Gustavo Petro, por la deportación de migrantes ilegales captaba la atención internacional, China mantuvo una respuesta pública sorprendentemente discreta. Sin embargo, detrás de escena, el gigante asiático ya estaba trabajando para fortalecer sus relaciones con Bogotá.
Según informes de BBC News en español, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China se negó a comentar sobre el enfrentamiento entre Trump y Petro, limitándose a afirmar que cooperaría con la repatriación de sus propios migrantes ilegales desde Estados Unidos. este tema.
Mientras Pekín guardaba silencio, el enviado chino en Colombia, Zhu Jingyang, parecía estar aprovechando la situación para fortalecer los lazos entre ambos países. En una entrevista con el periódico bogotano El Tiempo, Zhu afirmó que las relaciones entre China y Colombia se encuentran “en su mejor momento en 45 años”.
“Somos dos potencias culturales globales, y nuestras diferencias nos acercan y nos enriquecen”, declaró Zhu, según Financial Times. Estas declaraciones, aunque grabadas antes del enfrentamiento entre Trump y Petro, se publicaron en un momento que parecía vincularlas directamente con la polémica sobre las deportaciones.
La disputa entre Trump y Petro ha puesto de relieve la creciente influencia de China en América Latina. Según datos de Bloomberg, el comercio entre China y la región superó los
450milmillonesen2022, frentealos18 mil millones de 2002. Además, países como Brasil, Argentina, Chile y Perú ya comercian más con China que con Estados Unidos.
“Colombia ha sido un aliado clave de Estados Unidos, pero su acercamiento a China es una señal preocupante para Washington”, señaló un analista en declaraciones a Financial Times. “La visita de Petro a Pekín en 2023 y la elevación de las relaciones a una asociación estratégica fueron una victoria notable para China”.
Aunque China ha logrado ganar influencia en la región, algunos expertos advierten que su enfoque pragmático podría no ser beneficioso a largo plazo. “China no tiene reparos en usar su poder económico para obtener lo que quiere”, dijo un analista político en una entrevista con BBC News en español. “Además, no acepta refugiados ni migrantes, lo que contrasta con su retórica de cooperación”.
Tras la publicación de sus declaraciones, Zhu Jingyang aclaró en redes sociales que su entrevista con El Tiempo había sido grabada antes del enfrentamiento entre Trump y Petro. “No tiene nada que ver con lo que está sucediendo hoy. No tengo la magia para adivinar o anticipar estos eventos”, dijo Zhu, según Financial Times.
Esta postura modesta coincidió con la estrategia del Ministerio de Relaciones Exteriores de China de mantenerse al margen de la polémica sobre las deportaciones. Sin embargo, muchos analistas creen que Pekín está aprovechando hábilmente las tensiones entre Estados Unidos y sus aliados tradicionales en América Latina para expandir su influencia.
1 Comentario
Hi!