El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, instó al presidente de Panamá, José Raúl Mulino, a implementar “cambios inmediatos” para contrarrestar la presunta influencia china en el Canal de Panamá. Durante una reunión en el Palacio de las Garzas, Rubio advirtió que la actual presencia del Partido Comunista Chino en la zona representa una amenaza y viola el Tratado de Neutralidad Permanente del Canal.
Según el Departamento de Estado, Rubio dejó claro que el “statu quo” es “inaceptable” y que, de no haber modificaciones, Washington tomará “las medidas necesarias” para proteger sus intereses estratégicos en la vía interoceánica.
Respuesta de Panamá y contexto geopolítico
Tras el encuentro, el presidente Mulino aseguró en una conferencia de prensa que la soberanía de Panamá “no está en cuestión” y que la administración del Canal “seguirá en manos panameñas”. Además, afirmó que cualquier revisión sobre la presencia china en los puertos del Canal deberá esperar a la conclusión de una auditoría en curso.
Las tensiones entre ambos países han aumentado en medio de declaraciones del expresidente Donald Trump sobre la posibilidad de que Estados Unidos “recupere” el control del Canal, una postura rechazada por las autoridades panameñas.
Rubio, en su primer viaje al extranjero como jefe de la diplomacia estadounidense, reiteró la preocupación de Washington por la inversión china en infraestructura clave cerca de la vía acuática. China representó el 21.4 % del volumen de carga que transitó por el Canal entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, siendo el segundo mayor usuario después de Estados Unidos.
La influencia china en los puertos panameños
La inversión china en puertos estratégicos ha sido motivo de preocupación en Washington. Dos de los cinco principales puertos en la zona del Canal, Balboa y Cristóbal, han estado bajo la administración de una filial de Hutchison Port Holdings, una empresa con sede en Hong Kong, desde 1997.
Aunque la compañía no es estatal, expertos como Ryan Berg, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), advierten que Beijing podría ejercer influencia sobre sus operaciones. “El acceso a información estratégica sobre el tránsito de cargamentos a través del Canal podría ser clave en un eventual conflicto comercial o de suministro”, señala Berg.
El creciente interés chino en la región se enmarca en una competencia geopolítica y económica cada vez más intensa entre Washington y Beijing, con el Canal de Panamá como un punto de fricción clave en esta disputa global.