El presidente Donald Trump ha firmado un memorando presidencial que restablece la política de “máxima presión” sobre Irán, con el objetivo de impedir que Teherán obtenga armas nucleares y contrarrestar su influencia maligna en el extranjero. Sin embargo, a pesar de esta medida, Trump ha expresado su disposición a dialogar con Irán sobre la no proliferación nuclear.
Restableciendo la “Máxima Presión”
El memorando presidencial ordena al secretario del Tesoro imponer la “máxima presión económica” sobre el gobierno de Irán, incluyendo sanciones contra aquellos que violen las sanciones existentes. Además, el secretario de Estado trabajará con el secretario del Tesoro para implementar una campaña destinada a reducir las exportaciones de petróleo de Irán a cero. Esta medida es parte de un esfuerzo más amplio para contrarrestar el desarrollo de misiles y otras capacidades convencionales de Irán.
A pesar de esto Trump ha dejado la puerta abierta para un diálogo con Irán. En una entrevista, dijo: “No quiero ser duro con Irán. No quiero ser duro con nadie. Pero simplemente no pueden tener una bomba nuclear”. Además, Trump afirmó que preferiría alcanzar un acuerdo diplomático antes que recurrir a la fuerza militar.
La disposición de Trump a dialogar ha sido recibida con escepticismo por parte de Irán. El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, ha criticado las negociaciones con EE. UU., argumentando que “no son inteligentes, sabias ni honorables”. Sin embargo, el presidente iraní Masud Pezeshkian ha expresado su apertura a un diálogo con Occidente, siempre y cuando se base en el respeto mutuo.
La situación actual presenta un panorama complejo. Por un lado, EE. UU. está dispuesto a dialogar sobre la no proliferación nuclear, pero por otro lado, Irán ha mostrado una actitud ambivalente hacia las negociaciones. La posibilidad de un acuerdo diplomático sigue siendo incierta, especialmente con la proximidad de la fecha límite de octubre de 2025, cuando expira la resolución de la ONU que creó el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA). Si no se alcanza un acuerdo pronto, y si Irán continúa acelerando su enriquecimiento de uranio, los europeos podrían invocar la “restitución” de las sanciones impuestas por la ONU.