Google y Facebook, dos de las mayores empresas tecnológicas del mundo, no operan en China debido a una combinación de políticas de censura gubernamental y desacuerdos sobre la libertad de expresión y la privacidad de los usuarios. La situación actual es el resultado de años de tensiones y decisiones estratégicas tomadas tanto por las empresas como por el gobierno chino.
En 2010, Google cesó la mayoría de sus operaciones en China continental después de una serie de ataques cibernéticos contra usuarios de Gmail y desacuerdos con el gobierno chino sobre el control de los resultados de búsqueda. La empresa decidió no cumplir con las políticas de censura impuestas por el gobierno chino, lo que llevó a su bloqueo en el país. Google argumentó que no podía operar en China sin comprometer sus principios de libertad de expresión y privacidad de los usuarios.
Facebook, por su parte, ha estado bloqueado en China desde 2009. La red social fue prohibida después de una serie de protestas en Xinjiang, donde el gobierno chino acusó a Facebook de ser una plataforma para la difusión de información subversiva. Desde entonces, el acceso a Facebook ha estado restringido en China, y la empresa ha sido incapaz de reanudar sus operaciones debido a las estrictas políticas de censura del gobierno.
El gobierno chino ha implementado un sistema de censura conocido como el “Gran Cortafuegos”, que bloquea el acceso a una gran cantidad de sitios web y redes sociales extranjeras. Este sistema no solo bloquea el acceso a Facebook y Google, sino también a otras plataformas como Twitter, YouTube e Instagram. El objetivo del gobierno es controlar y limitar el contenido que circula en Internet dentro del país, evitando la difusión de información que considere perjudicial para la estabilidad social y política.
Además de las razones políticas y de censura, el gobierno chino ha desarrollado sus propias alternativas locales para estas plataformas. Por ejemplo, Baidu es el motor de búsqueda más popular en China, mientras que WeChat y Weibo son las principales redes sociales. Estas plataformas están bajo el control del gobierno y cumplen con las políticas de censura impuestas por el estado.