El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió el miércoles con el presidente interino de Siria, Ahmad al-Sharaa, en Riad, Arabia Saudí. Según informes de la prensa internacional, esta fue la primera reunión entre los líderes de ambas naciones en 25 años y marcó un momento histórico en las relaciones entre EE. UU. y Siria.
Durante la reunión, Trump elogió a al-Sharaa, diciendo que era un “joven atractivo y duro, con un pasado muy fuerte” y que tenía una “verdadera oportunidad de mantener unido a su país”. Trump también instó a al-Sharaa a unirse a los Acuerdos de Abraham, que buscan normalizar las relaciones entre los países árabes y Israel, y a expulsar a todos los terroristas extranjeros de Siria.
El encuentro tuvo lugar en el marco de la gira de Trump por el Medio Oriente, que también incluyó visitas a Qatar y posiblemente a Turquía. La reunión fue breve, duró alrededor de 33 minutos, y estuvo presente el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien se sumó por teléfono.
Trump anunció el martes que levantaría todas las sanciones impuestas a Siria bajo el régimen de Bashar al-Assad, lo que fue recibido con celebraciones en las calles de Damasco. La decisión de levantar las sanciones fue apoyada tanto por Arabia Saudí como por Turquía, quienes ven en Siria un aliado estratégico para contrarrestar la influencia de Irán en la región.
La reunión entre Trump y al-Sharaa representa un giro significativo en las relaciones entre EE. UU. y Siria, y podría abrir un nuevo capítulo en la estabilidad y la integración de Siria en la comunidad internacional. Sin embargo, la normalización de las relaciones con Israel y la expulsión de terroristas extranjeros siguen siendo desafíos importantes para el nuevo gobierno sirio.