El lunes 10 de febrero de 2025, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Noel Barrot, afirmó que la Unión Europea (UE) respondería con retaliaciones si Estados Unidos impone tarifas sobre las importaciones de acero y aluminio.
Barrot dijo en una entrevista con la televisión francesa TF1: “No hay dudas cuando se trata de defender nuestros intereses”. Recordó que la UE ya había retaliado en 2018 cuando el presidente Donald Trump impuso tarifas similares durante su primer mandato, y que esta vez harían lo mismo.
El domingo 9 de febrero de 2025, Trump anunció planes para imponer nuevas tarifas del 25% sobre todas las importaciones de acero y aluminio a los Estados Unidos. Estas tarifas entrarían en vigor el 4 de marzo de 2025 y afectarían a millones de toneladas de acero y aluminio importadas de países como Canadá, Brasil, México y Corea del Sur. Trump justificó estas medidas diciendo que “es el 25% sin excepciones ni exenciones. Eso es para todos los países, no importa de dónde vengan”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su profundo pesar por la decisión de EE. UU. y afirmó que las tarifas son impuestos que son perjudiciales para los negocios y aún peores para los consumidores. Von der Leyen dijo que las tarifas injustificadas sobre la UE no quedarían sin respuesta y que desencadenarían “medidas de represalia firmes y proporcionales”. Aunque no especificó los detalles de la respuesta, una opción sería reactivar las tarifas que la UE impuso en 2018 y que fueron suspendidas bajo un acuerdo entre Von der Leyen y el entonces presidente estadounidense Joe Biden.
Las exportaciones de acero de la UE a EE. UU. han promediado alrededor de 3.000 millones de euros al año durante la última década. La UE estima que el volumen de comercio entre ambos lados alcanza aproximadamente 1,5 billones de dólares, lo que representa alrededor del 30% del comercio mundial.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Maroš Šefčovič, dijo que las tarifas son “económicamente contraproducentes, especialmente teniendo en cuenta las cadenas de producción integradas a través de nuestro extenso comercio y relaciones de inversión transatlánticas”.
La UE se encuentra en una encrucijada mientras evalúa cómo responder a las tarifas de EE. UU. sin desencadenar una guerra comercial que perjudique a ambas partes. Šefčovič afirmó que la UE está dispuesta a proteger a sus trabajadores, empresas y consumidores, pero también está comprometida a un diálogo constructivo y a encontrar soluciones mutuamente beneficiosas. La Comisión Europea se reunirá con los ministros de comercio de los 27 estados miembros de la UE el miércoles para discutir la respuesta del bloque.
En resumen, la decisión de EE. UU. de imponer tarifas sobre el acero y el aluminio ha llevado a la UE a considerar medidas de represalia firmes y proporcionales. Aunque la UE busca proteger sus intereses económicos, también está comprometida a un diálogo constructivo para evitar una guerra comercial que afectaría a ambas economías.