El lunes 10 de febrero de 2025, las acciones de algunas empresas productoras de acero en Europa experimentaron una caída significativa después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara la imposición de aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio. Según informes de la BBC y CNN, esta medida ha generado una gran incertidumbre en el mercado y ha llevado a los inversores a preocuparse por el impacto en las exportaciones y los precios de los metales.
Detalles del anuncio de Trump
Trump firmó dos proclamaciones el lunes que eliminan las exenciones y excepciones de los aranceles de 2018 sobre el acero, lo que significa que todas las importaciones de acero ahora serán gravadas con un mínimo del 25%. Además, aumentó los aranceles sobre el aluminio del 10% al 25%. Estos aranceles entrarán en vigor el 12 de marzo de 2025 y afectarán a los principales socios comerciales de EE. UU., incluidos Canadá, Brasil, México y Corea del Sur.
Impacto en el mercado europeo
Las acciones de las empresas de acero en Europa cayeron el lunes por la mañana en respuesta al anuncio de Trump. Los inversores están preocupados por el impacto que estos aranceles podrían tener en las exportaciones de acero europeo a EE. UU. y en los precios globales de los metales. Además, hay preocupaciones de que estos aranceles podrían desencadenar una guerra comercial que afectaría a las exportaciones europeas y elevaría los precios de los productos para los consumidores.
Reacciones y perspectivas futuras
La industria del acero europea ha expresado su preocupación por la medida de Trump, argumentando que los aranceles podrían perjudicar la competitividad de las empresas europeas en el mercado global. Además, hay temores de que las represalias comerciales por parte de EE. UU. podrían llevar a una escalada de tensiones comerciales que afectaría a la economía global.
En resumen, el anuncio de Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio ha llevado a una caída en las acciones de las empresas de acero en Europa. Los inversores y la industria están preocupados por el impacto que estos aranceles podrían tener en las exportaciones y los precios de los metales, y temen que podrían desencadenar una guerra comercial que afectaría a la economía global.