La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó enérgicamente las acusaciones de la Casa Blanca sobre supuestos vínculos del Gobierno mexicano con el crimen organizado. “Rechazo categóricamente la calumnia de que México tiene alianzas con organizaciones criminales, así como cualquier intento injerencista en nuestro territorio”, afirmó.
En respuesta, la mandataria señaló que si existen nexos con los cárteles, estos se encuentran en las armerías de Estados Unidos, que venden armas de alto poder a los grupos criminales. “El propio Departamento de Justicia de Estados Unidos lo demostró en enero de este año”, añadió.
Las tensiones entre ambos países se intensifican en un contexto de incertidumbre económica. Gabriela Siller, analista del grupo financiero Banco Base, advirtió que la imposición de aranceles por parte de EE.UU. podría derivar en una “crisis económica” en México, afectando sectores clave, aumentando el desempleo y encareciendo los productos. Asimismo, alertó sobre el riesgo de responder con medidas similares, pues ello impactaría doblemente a los consumidores y la economía mexicana.
De acuerdo con Los Angeles Times, otros especialistas consideran que imponer aranceles específicos a productos estadounidenses es la única alternativa viable. Carlos Pérez Ricart, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), enfatizó la necesidad de aplicar tarifas dirigidas, aunque advirtió que la crisis resultante podría ser tan severa como la de 1994, cuando el peso mexicano sufrió una drástica depreciación.
Por su parte, Martha Bárcena, exembajadora de México en Washington durante la administración de Trump, consideró que la postura de EE.UU. representa “el pronunciamiento más duro contra el gobierno de México hasta la fecha”. A su juicio, esto refleja una profunda falta de confianza y coloca a México como una supuesta amenaza a la seguridad nacional estadounidense, con implicaciones significativas.
Pese a la escalada de tensiones, Sheinbaum reiteró su disposición a establecer una mesa de diálogo en temas de seguridad y salud pública, destacando los avances logrados en materia migratoria en las últimas semanas. “México no busca confrontación, sino colaboración entre países vecinos”, subrayó.
El consumo de drogas de Estados Unidos también es parte del problema
La mandataria enfatizó que en sus primeros meses de gobierno se han llevado a cabo importantes decomisos de droga y detenciones de alto perfil, lo que representa un cambio respecto a la estrategia de “Abrazos, no balazos” de su predecesor. No obstante, insistió en que el combate al crimen organizado debe abordarse con responsabilidad compartida y cooperación bilateral.
Finalmente, Sheinbaum hizo un llamado a Estados Unidos para que asuma su parte en la lucha contra el narcotráfico, combatiendo el consumo de drogas en su territorio y el flujo de dinero ilícito que financia a los cárteles.