En las últimas cuatro semanas, el tipo de cambio del dólar estadounidense frente al peso mexicano ha experimentado una notable volatilidad, influenciada por diversos eventos económicos y políticos. A mediados de enero de 2025, el dólar se cotizaba alrededor de 20,50 pesos mexicanos por unidad. Sin embargo, hacia finales de mes, el peso mexicano logró una leve apreciación y cerró en 20,7010 unidades por dólar el 31 de enero.
El 3 de febrero, el panorama cambió drásticamente con el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la imposición de aranceles del 25% a todos los productos mexicanos. Esta medida generó una fuerte reacción en los mercados financieros, provocando la depreciación del peso en más del 2% y llevando el tipo de cambio a superar la barrera de los 21 pesos por dólar, alcanzando un máximo de 21,28 unidades, un nivel no visto desde julio de 2022.
No obstante, el 4 de febrero, tras una llamada entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y Donald Trump, se acordó una pausa de un mes en la implementación de los aranceles, lo que permitió que el peso mexicano se recuperara, cerrando la jornada en 20,40 unidades por dólar.
El 6 de febrero, el Banco de México tomó la decisión de reducir la tasa de interés de referencia en 50 puntos base, situándola en 9,5%. Esta medida buscaba estimular la economía y responder a la tendencia a la baja en la inflación. Finalmente, el 8 de febrero, el tipo de cambio se mantuvo estable, con un promedio de 20,57 pesos por dólar.
La volatilidad en el tipo de cambio ha estado influenciada por diversos factores. En primer lugar, las políticas comerciales de Estados Unidos han generado incertidumbre en los mercados, particularmente por la posibilidad de nuevos aranceles.
Sin embargo, las decisiones de política monetaria del Banco de México han tenido un impacto significativo en la estabilidad de la moneda, especialmente con la reciente reducción en la tasa de interés.
Finalmente, factores externos como las tensiones comerciales entre Estados Unidos y otros países han afectado la percepción de riesgo y la demanda de divisas.