Washington, D.C. – En medio de la creciente incertidumbre sobre el futuro de la ayuda internacional a Ucrania, Donald Trump ha anunciado su intención de modificar la política estadounidense hacia el conflicto en Europa del Este. Según informó The Huffington Post, Trump recibirá en pocos días al presidente ucraniano Volodímir Zelenski en Estados Unidos y, además, mantendrá una conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladímir Putin, con el objetivo de explorar una posible resolución al conflicto armado.
De acuerdo con The Huffington Post, Trump ha sugerido que Ucrania podría ofrecer acceso a sus “tierras raras” —minerales esenciales para la industria tecnológica— como garantía para recibir apoyo financiero y militar de Estados Unidos.
Por su parte, desde Moscú, las reacciones no se han hecho esperar. Según el diario AS, Andrei Krasov, vicepresidente del comité de Defensa de la Duma rusa, ha manifestado escepticismo sobre las intenciones de Trump, señalando que su estrategia podría estar diseñada para debilitar a Rusia y aumentar la dependencia de Europa hacia Estados Unidos. “No debemos subestimar los movimientos geopolíticos de Washington; hay un claro interés en reconfigurar la balanza de poder en la región”, declaró Krasov.
Mientras tanto, la reciente decisión de Trump de congelar la ayuda exterior no militar ha tenido un impacto significativo en Ucrania. Como reportó El País, la suspensión de estos fondos ha agravado la crisis humanitaria y económica en el país, afectando a ONG, administraciones locales y empresas que dependían de la asistencia estadounidense. “Estamos viendo cómo la incertidumbre política en EE.UU. está afectando directamente a las condiciones de vida de los ucranianos”, indicó un analista del Instituto de Estudios Internacionales de Kiev en declaraciones al medio español.
En su reciente anuncio, Trump había confirmado durante su campaña proporcionar una ayuda financiera de 10.000 millones de dólares a Ucrania, condicionada a reformas políticas y económicas en el país. Este monto incluiría asistencia militar y humanitaria, además de apoyo para la reconstrucción de infraestructura clave afectada por el conflicto.