El jueves 6 de febrero de 2025, los precios del petróleo registraron un ligero aumento después de que Saudi Aramco, la empresa estatal de petróleo de Arabia Saudita, anunciara un aumento en los precios de sus entregas de petróleo para marzo. Según informes de la Agencia Anadolu, este aumento en los precios del petróleo de Arabia Saudita es el más significativo desde agosto de 2022.
Saudi Aramco incrementó el precio de su petróleo ligero (Arab Light) en $2.40 por barril para las entregas de marzo, superando las expectativas del mercado que anticipaban un aumento de $2. Este ajuste en los precios se produce en un contexto de presiones en el lado de la oferta y preocupaciones geopolíticas, lo que ha llevado a una mayor volatilidad en los precios internacionales del petróleo.
El aumento de precios de Saudi Aramco ha tenido un efecto positivo en los precios del petróleo a nivel mundial. El crudo Brent, el estándar internacional, subió un 0.04%, cotizando a $74.61 por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI), el estándar estadounidense, aumentó un 0.08%, alcanzando los $71.06 por barril.
Este incremento en los precios de Saudi Aramco se produce en un momento en que los inventarios de petróleo crudo en los Estados Unidos han experimentado un aumento significativo. Según datos de la Administración de Información de Energía (EIA), los inventarios comerciales de petróleo crudo en EE. UU. aumentaron en 8.7 millones de barriles durante la semana que terminó el 31 de enero de 2025, mucho más alto que el aumento esperado de 5.02 millones de barriles. Este aumento inesperado en los inventarios ejerció una presión a la baja sobre los precios.
El aumento de precios de Saudi Aramco puede ser visto como una señal de que la demanda de petróleo está comenzando a fortalecerse a nivel mundial. Sin embargo, los analistas advierten que la situación sigue siendo compleja debido a la incertidumbre en torno a las políticas energéticas de los Estados Unidos y las tensiones comerciales entre EE. UU. y China.
Además, la imposición de aranceles por parte de EE. UU. a las importaciones de petróleo y gas de China ha aumentado las preocupaciones sobre una posible disminución en la demanda global.