El jueves 7 de febrero de 2025, el gobierno de Venezuela condenó enérgicamente la confiscación de un avión perteneciente al gobierno venezolano por parte de Estados Unidos, calificándola de “robo descarado”. Según informes de la BBC y CNN, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, supervisó personalmente el secuestro del avión en la República Dominicana.
Detalles del secuestro
El avión, un Dassault Falcon 200, ha sido utilizado por el presidente Nicolás Maduro y sus principales colaboradores, incluido su vicepresidente y ministro de Defensa, para viajar alrededor del mundo. Según el Departamento de Justicia de EE. UU., el avión fue adquirido ilegalmente a través de una empresa pantalla y exportado de EE. UU. a Venezuela en violación de las sanciones y controles de exportación estadounidenses. El Departamento de Justicia afirmó que el avión fue utilizado para transportar a Maduro y sus representantes en viajes internacionales, incluidas visitas a Grecia, Turquía, Rusia y Cuba, lo que constituye una violación de las sanciones impuestas por EE. UU.
Reacción de Venezuela
El gobierno venezolano calificó el secuestro del avión como “piratería” y una escalada de la “agresión” de EE. UU. hacia Venezuela. Maduro y su gobierno han rechazado las sanciones impuestas por EE. UU., argumentando que son medidas ilegítimas que buscan debilitar económicamente a Venezuela. La administración de Maduro ha acusado a EE. UU. de intervenir en los asuntos internos de Venezuela y de no respetar la soberanía del país.
Contexto político
Este secuestro ocurre en un contexto de tensiones políticas y diplomáticas entre EE. UU. y Venezuela. La administración de Trump ha intensificado las sanciones contra el gobierno de Maduro, acusándolo de corrupción, fraude electoral y violaciones de los derechos humanos. En julio de 2024, Maduro fue reelegido en un proceso electoral que EE. UU. y otros países consideraron ilegítimo. La oposición venezolana y varios países occidentales reconocieron al candidato opositor Edmundo González como el ganador de las elecciones.
Implicaciones y futuro
El secuestro del avión es un paso más en la estrategia de EE. UU. para presionar al gobierno de Maduro. Según funcionarios estadounidenses, este tipo de acciones enviarán un mensaje claro de que nadie está por encima de las sanciones y las leyes de EE. UU. Sin embargo, este tipo de medidas podrían intensificar las tensiones entre ambos países y complicar aún más las relaciones diplomáticas y económicas entre EE. UU. y Venezuela.
En resumen, el secuestro del avión por parte de EE. UU. ha sido condenado por el gobierno venezolano como un acto de “robo descarado” y una violación de su soberanía. Este incidente es un reflejo de las tensiones políticas y diplomáticas existentes entre ambos países y podría tener implicaciones significativas en el futuro de sus relaciones bilaterales.